Cuidados de orquídeas terrestres

Mantenimiento de orquídeas en tierra y maceta.

Las orquídeas de suelo, tanto terrestre como semiterrestres, demandan más nutrientes y agua que las orquídeas epífitas por lo que el sustrato debe tener proporciones de NPK (nitrógeno, fósforo potasio) en mayores proporciones y los riegos deben ser más generosos.

Sin embargo, los tratamientos también dependerán del sitio dónde plantemos las orquídeas terrestres, es decir en suelo directo, sea un jardín o espacio verde en general o si la vamos a ubicar en una maceta o tiesto.

Cuidados de Orquídeas en tierra




Exposición y clima

Si plantamos orquídeas terrestres en un jardín o espacio verde, los primero que tenemos que hacer es determinar el lugar a fin de darle la exposición de luz y clima adecuados.

En general las orquídeas son de climas cálidos aunque algunos géneros y especies pueden tolerar las bajas temperaturas mientras que producen mucho tiempo y no sean inferiores a los 5 °C.

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En cuando a la exposición estas orquídeas se desarrollan satisfactoriamente en media sombra o incluso sombra, más que en sol directo.

Una buena opción podría se ubicarlas en un sitio que reciban solo algunas horas de sol directo de la primera mañana.

Sustrato y fertilización

El sustrato siempre debe ser esponjoso y con buen drenaje. Las proporciones de NPK deben ser equilibradas y de bajo porcentaje, es decir, en dosis moderadas. Hay que considerar que el suelo por si mismo mantiene un cierto nivel de nutrientes, en situaciones normales. Por esto se recomienda medir el nivel de ph del suelo que debe ser ligeramente alcalino, y las propiedades de la tierra a fin de establecer si es conveniente añadir fertilizante o no.

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Sustrato para orquídeas terrestres y semiterrestres

Las orquídeas que se cultivan sobre tierra se dan bien en una mezcla formada por 1/3 de mantillo de hojas, 1/3 de tierra negra y el tercio restante a partes iguales de arena fina y turba.

Riego

El riego debe llevarse a cabo con agua desendurecida ya que salvo algunas especies, las orquídeas no toleran la cal y de ser posible templada, pues así no se enfría el sustrato, lo cual afectaría a las raíces.

Los niveles de riego no deben pudrir las raíces, por lo tanto no se debe encharcar la tierra entre riego y riego ni tampoco dejar que el sustrato se seque. Un punto ideal es hacerlo una vez por semana en invierno y de 2 a 3 veces en verano siempre que sea necesario. Si la tierra está húmeda en el momento de regar, es preferible esperar que se absorba antes que sobrecargar de agua la tierra.

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