Familia:
Especies comunes:
L, anceps; L. autumnales;
L. crispa; L. pumila;
L. purpurata.
Nombre vulgar:
Laelia; flor de San Francisco;
monjitas.
Origen:
Género integrado por unas
30 especies de orquídeas
tropicales procedentes de
México. Centroamérica y Brasil
Hay numerosos híbridos.
Descripción:
Plantas epífitas, esto es, que se
desarrollan sobre otras. Hojas
siempre verdes, suculentas, de
forma oblongo-ianceolada y color
verde oscuro, Los pseudobulbos
son alargados y de cada uno de
ellos sale una espiga de flores
con tonalidades azuladas o
pardo-rojizas.
Cuidados básicos:
Requiere unos cuidados muy
semejantes a los de la Cattleya,
otro género de orquídeas muy
parecido. Suelen ser de
crecimiento lento, pero muy
longevas. Requieren una buena
iluminación con luz tamizada,
nunca con sol fuerte y directo.
La temperatura no debe bajar de
los 15o-18° C, y tos riegos deben
ser muy abundantes, debiendo
proporcionárseles además una
íuena humedad ambiental
(alrededor del 60-80 %). Para
conseguir ésta, se puede colocar
una capa de musgo
permanentemente húmeda en la
superficie de la maceta, o bien
introducirlas en un recipiente con
grava o arena que se encuentre
en contacto con agua. Entre los
meses de noviembre y marzo,
esta orquídea admite
temperaturas algo más bajas y
riegos menos frecuentes.
Suelo y trasplante:
Se puede emplear el sustrato
tradicional formado por esfagno
y raíces de osmunda a partes
iguales, pero en la actualidad se
emplea más una mezcla a base de
3/5 de corteza de pino, 1/5 de
turba y 1/5 de poliestireno
expandido. La plantación se debe
llevar a cabo en primavera y
preferentemente en recipientes
de plástico. Cada dos años
conviene que se las cambie de
maceta, eliminando los bulbos
más antiguos, las raíces muertas
y recortando las que estén
demasiado largas.
Abonado:
Es indispensable disolver una
pequeña cantidad de abono en el
agua de riego, pero de vez en
cuando se debe dar un riego
copioso con agua pura para
eliminar los restos antiguos de
abono y sales.
Situación:
Excepto en los países de clima
tropical, en los que las orquídeas
se pueden cultivar en el exterior,
se deben colocar cerca de una
ventana bien iluminada o en un
invernadero. Es beneficiosa la
proximidad de otras plantas.
Plagas y enfermedades:
Son muy resistentes desde el
punto de vista sanitario, aunque
en alguna ocasión pueden
resultar atacadas por cochinillas.
Consejos útiles:
Se multiplican por división de la
planta cada dos o tres años,
cuando se las cambia de maceta.
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