Babosas y caracoles en las plantas: Cómo detectarlos y combatirlos

Entre los numerosos moluscos que atacan a los vegetales, las especies más extendidas son, sin lugar a dudas, los limacos o babosas y los caracoles. Tanto unos como otros, a pesar de que a veces no se les vea, causan graves destrozos al roer con su lengua estriada las partes verdes de la planta.

Identificar caracoles y babosa

Su aspecto general es bien conocido. Los limacos o babosas carecen de concha y sólo poseen bajo el llamado manto una plaquita calcárea. Pueden alcanzar varios centímetros de longitud y su color es distinto según las especies, aunque los más comunes son el gris y el marrón amarillento.

Diferencia entre caracol y babosa

Los caracoles se diferencian de las babosas en que presentan una concha subcónica arrollada en espiral, en donde se refugian en caso de peligro o cuando las condiciones del medio son adversas. El colorido, al igual que entre los limacos, varía según las especies.

Cuáles son los caracoles que afectan a las plantas

Los más frecuentes en el jardín son:

1. Helix candidísima: de concha completamente blanca
2. Helix nemoralis: cuya concha se adorna con bandas longitudinales
3. Helix aspersa: de color amarillo salpicado de manchas pardo-rojiza

Reconoce la presencia de estos molucos por su comportamiento

Los caracoles y las baboesa son de hábitos nocturnos, de aquí el que muchas veces podamos observar las hojas roídas pero no descubrir a ningún ejemplar en las inmediaciones de la planta.

De día permanecen guarnecidos bajo piedras u ocultos entre la maleza, saliendo sólo cuando el sol está nublado o llueve. Son animales hermafroditas y en otoño depositan montoncitos de hasta un centenar de huevos blancos del tamaño de un cañamón.
Hacia la primavera, avivan los jóvenes caracolillos y rápidamente se dispersan en todas direcciones rovendo cuanto de verde encuentran a su paso.

Las plantas preferidas de los caracoles y las babosas

Ninguna planta que disponga de hojas tiernas se ve libre de su ataque, ni tan siquiera las venenosas, de aquí la conveniencia de dejar ayunar a estos animales varios días antes de guisarlos con el fin de que se libren de posibles malas hierbas. Aparte de las hojas y flores, las babosas y caracoles pueden causar graves destrozos en las bulbosas como narcisos, tulipanes, lirios, etc.

Cómo combatir controlar y proteger a las plantas de estos animales

Se pueden tomar varias precauciones que evitan en gran medida la aparición de estos animales.

1. Eliminar basuras y desperdicios del jardín o maceta: mantener el sector de las plantas limpio de hojas caídas podas y quitar rápidamente los residuos del jardín luego de hacer el mantemiento. pues su olor atrae a los limaeos.
2. Maenter la zona libre de charcos de agua: Se trata de desecar en lo posible zonas encharcadas y eliminar las malas hierbas del jardín.

Productos y remedios caseros contra plagas de caracoles y babosas

La lucha química es un medio eficaz para combatir una invasión grave, pero sólo debe aplicarse con pleno conocimiento y siguiendo estrictamente las indicaciones del fabricante. El producto específico para combatir a caracoles y babosas es el metaldehido, que se aplica en forma de cebos unido a partes iguales con fluosilicato sódico y salvado de trigo (50 gramos de cada producto por cada kilogramo de salvado). En el comercio se ofrecen productos muy eficaces ya preparados que se distribuyen en montones por la noche y siempre que no llueva.

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