Vainilla «Uso medicinal»

La vainilla es el fruto de la Vainilla planifolia «Vanilla planifolia», planta parásita y trepadora, originaria de México y cultivada en el mismo país y en otros de clima caliente y húmedo, principalmente en el Perú, Santo Domingo, la Reunión, Mauricio, en otras islas de las Antillas, y en Java. También se cultiva en Francia, especialmente en el departamento de Burdeos, en invernaderos, cuya tempera¬ tura no puede descender nunca de 15 a 16 grados sobre cero.

La denominación de vainilla procede del vocablo español vaina, aplicado al estuche o cápsula alargada en que se alojan las semillas y el jugo.

Los frutos de vainilla fueron dados a conocer por los españoles poco después de su conquista de Méjico, en donde parece que se usaban como condimento, sobre todo para aromatizar el chocolate.
La recolección de los frutos tiene lugar desde abril hasta junio. Los indígenas ponen gran cuidado en recolectarlos cuando aun no están maduros, o sea, en el momento que empiezan a cambiar su color verde por el amarillo.

En este estado no despiden olor, pero después de ciertas manipulaciones a que se les somete, desarrollan su delicioso perfume, adquieren el color pardo obscuro que conocemos, y asimismo su flexibilidad y blandura. Después, los reúnen en manojos de 50 a 100 frutos y los envasan en cajas metálicas.

En el comercio se encuentra una vainilla, llamada vainillón, vainilla rosa o común, más gruesa que la de México, procedente de la Vainilla pompona de Schiéde, de América meridional, pero su olor es desagradable, al contrario de la verdadera vainilla, que lo tiene muy fino y delicado, debido a un principio llamado vainilina.

Uso medicinal

En medicina figura la vainilla como excitante y afrodisíaca, aunque tiene poco uso en la actualidad; también se ha empleado contra el histerismo y los desarreglos menstruales. Su principal indicación es como estimulante de la digestión, apropósito para las personas que sufren atonia o pereza digestiva.’
Como materia aromática es la vainilla muy apreciada para perfumar artículos alimenticios de mucho consumo, como el chocolate, las harinas lacteadas, los cacaos en polvo, etc., y también otros productos caseros, como cremas, flanes, pasteles, licores, etc. Sirve para aromatizar la leche; cuando su olor molesta a las personas sometidas a la dieta láctea, se añade un pedacito de vainüla a la leche caliente, o bien algunas gotas de tintura de vainilla, cuando se bebe fría.
Esta tintura pueden prepararla las familias tomando 10 gramos de frutos de vainilla cortados en pequeños pedazos y macerándolos en frío con 50 gramos de alcohol inodoro y rectificado de 60°, colo¬ cado todo en un frasco tapado. Se agita diariamente la mezcla y des¬ pués de quince o veinte días se filtra por un trapo o tamiz muy fino.
La mejor manera de conservar la vainilla consiste en ponerla en cajas de hojadelata, entre capas de azúcar pulverizado o bien envolver uno o varios de sus frutos en papel de estaño y guardarlos en cajas de madera o cartón o en frascos de cristal.

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