Uno de los temas que más preocupa a los cactófilos es, sin duda, el conseguir que sus ejemplares florezcan. En esta ficha se explican los motivos que influyen en ia floración de estas resistentes plantas y se dan una serie de nociones de cómo se puede realizar otra labor, asimismo interesante: nos referimos a los injertos.
Ficha completa
¿De qué depende que un cactus florezca?
Muchos aficionados se preguntan por qué algunos cactus florecen
normalmente en casa, mientras que otros pasan años sin dar una flor. Tres son tas condiciones que influyen en la floración de cactus y suculentas: edad de la planta, número de horas de sol que recibe y temperatura del ambiente.
La edad en que un cactus comienza a florecer depende del género al que pertenezca. Los más tempranos suelen ser los de pequeño tamaño, como Mammillaria o Astrophytum, que pueden florecer a los 2 años de plantación, mientras que los de gran tamaño como Ferocactus, Echinocactus o Cereus pueden tardar más de 10 años en hacerlo. Hay una forma de evitar este inconveniente, y es el conseguir esquejes de suficiente tamaño de una planta que ya haya florecido, pues así no será necesario esperar tanto tiempo.
¿A qué se llama fotoperíodo?
El otro punto importante que influye en la floración de los cactus es el número de horas de sol que reciben por día (fotoperíodo), factor éste íntimamente relacionado con la temperatura ambiente.
Realmente este es el motivo por el que algunos géneros, como Myrtophyllum o Conophyllum, sacados de su hábitat natural no florecen. Transportados a otras regiones, cuando alcanzan un número adecuado de horas de sol para que la floración se vea inducida, la temperatura no es la adecuada y a la inversa. El problema se puede evitar proporcionando a la planta unas condiciones adecuadas de forma
artificial. Un ejemplo claro lo tenemos en Zigocactus trunca tus o cactus de Navidad, al que se puede inducir a florecer en verano (período opuesto al de su floración natural) proporcionándole menos de 9 horas de luz diarias con temperaturas de 20° C.
¿Qué es un injerto?
Es un método de propagación que consiste en unir porciones de dos cactus distintos para formar una sola planta. Para que se pueda realizar, ambos cactus deben estar sanos, tener un período de reposo simultáneo y encontrarse en el momento de máxima vegetación.
Existen varias técnicas de injerto, aunque la más sencilla es la de caras planas, tomando como base un Hylocereus y como injerto una Mammillaria. En primer lugar, se corta el patrón a unos 6 u 8 centímetros del suelo, de forma horizontal y como una cuchilla afilada. Después se biselan los extremos superiores de las costillas del patrón para evitar que crezcan brotes laterales. A continuación, y lo más rápidamente posible para evitar desecaciones, se elimina con un corte limpio el sistema radicular de Mammillaria y se sujeta mediante unas tiras de goma sobre el patrón, haciendo que coincidan, en lo posible, los sistemas vasculares. El conjunto se mantiene unido unos 10 ó ¡5 días y en un lugar sombreado.
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