En todo huerto siempre hay un lugar para las hierbas aromáticas. Y si no se tiene huerto, unas macetas en la ventana de la cocina o una jardinera en el balcón bastarán para poder cultivar perejil, salvia, tomillo o menta. Un poco de tierra y algo de sol es suficiente para obtener una magnífica cosecha con la que aderezar tos guisos o preparar infusiones.
¿Cómo conseguirlas?
La mayoría de las plantas aromáticas pertenecen a los grupos de las perennes o las anuales. Las primeras, entre las que se encuentran el tomillo, el romero y el espliego, se obtendrán normalmente a partir de esquejes; mientras que las anuales como la albahaca, la mejorana o el perifollo, será más fácil obtenerlas mediante semillas.
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¿Dónde hay que plantarlas?
Sí se dispone de un pequeño jardín bastará con 1 m- de tierra ligera en una parte protegida de las corrientes de aire y bien soleada. En este espacio se podría sembrar: un par de manojos de cebollinos, una planta de ajedrea, dos matas de mejorana, dos de tomillo, una mata de menta a la que conviene mantener en tiesto para que sus raíces no invadan toda la plantación, una mata de salvia y todavía habrá sitio para una pequeña planta de estragón. Si no se dispone de un pequeño jardín no hay que desanimarse, pues la mayoría de estas plantas se pueden cultivar en macetas individuales en el alféizar de una ventana: sólo hay que tener una precaución, regarlas abundantemente sin que se encharquen las raíces y podarlas regularmente para que crezcan compactas.
¿Cómo se hace el semillero?
En primer lugar se dispondrá una bandeja de poca profundidad en cuya hase se habrá depositado arena gruesa o trozos de tiestos rotos para facilitar el drenaje. Sobre esta capa se esparcirá una mezcla de tierra de jardín, arena y mantillo, que una vez humedecida será la base sobre la que se dispondrán las semillas. Una vez que hayan quedado uniformemente repartidas, se cubren con una ligera capa de la mezcla antes descrita y se riega de nuevo, pero esta vez con un pulverizador para no remover las semillas. Si se desea acelerar la germinación se puede tapar el semillero con un cristal a fin de aumentar la temperatura del conjunto. Cuando las plantitas hayan emitido 4 ó 5 hojas se repicarán a tiestos individuales, empleando tierra de calidad.
¿Qué hacer con una cosecha abundante?
Si se desean conservar las plantas aromáticas para poder disponer de ellas en cualquier momento lo mejor es secarlas. Para ello se forman ramilletes que se cuelgan a la sombra, en un sitio aireado y seco. Una vez desecadas se guardan en frascos bien cerrados y preservados de la luz. Las hierbas de tallo tierno, como el perejil, se pueden conservar por congelación para lo que se procederá como si fuese una verdura corriente.
NOTA: Para datos concretos de cada planta ver las fichas correspondientes en Id Plantas Aromáticas
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