Aconitum

Familia: Ranunculaceae
Especies comunes:
A. carmichaeü: A. napellus; A. fischeri; A. wilsonii. Nombre vulgar:
Acónito; anapelo; caperuza de monje.

Origen:
Género de unas 300 especies originarias de las zonas templadas del hemisferio norte.
Descripción:
Los acónitos son vivaces herbáceas con un porte que oscila entre 90 centímetros y 1,5 metros. Tienen hojas grandes y calmeadas que se distribuyen a lo argo de un elevado tallo. Las flores, que aparecen en los meses cálidos, se agrupan en racimos terminales y son de color azul, violeta o blanco. Como todas las vivaces, con la llegada de los primeros fríos se secan, volviendo a rebrotar a la primavera siguiente a partir de sus raíces napiformes.
Cuidados básicos:
Estas plantas requieren para su perfecto desarrollo una zona ligeramente sombreada y húmeda en el jardín. Al lado de un pequeño estanque y con la protección de unos sauces sería el enclave ideal. Soportan bien las temperaturas frías.
Suelo:
A pesar de preferir los suelos calizos no parece que les afecten demasiado los ácidos, medrando en éstos casi tan bien como en los anteriores. El ideal es un
suelo fértil, húmedo y algo profundo.
Abonado:
Unos días antes de la plantación se procederá a un abonado de fondo con materia orgánica. Se efectuarán abonados de mantenimiento todos los anos antes de la floración con sulfato potásico.
Multiplicación:
Se propagan por semillas o por tubérculos radicales. Si elegimos las semillas hemos de tener en cuenta que sólo germinan después de pasar un invierno sometidas a fuertes heladas, por lo que es aconsejable disponerlas en un semillero al aire libre durante el otoño.
Situación:
En el jardín formando grandes macizos, o en jardineras algo profundas situadas en la terraza.
Plagas y enfermedades:
Generalmente se mantienen libres de plagas.
Consejos útiles:
Toda la planta es venenosa (especialmente los tubérculos), por lo que a pesar de su belleza no es aconsejable emplearla si en la casa hay niños pequeños.

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