Las plantas Medicinales de 0 a 100

El ABC de las plantas curativas

Qué son las plantas medicinales

  1. INTRODUCCIÓN A LAS PLANTAS MEDICINALES y AROMÁTICAS

    Se sabe de la utilización de las plantas como medio de curación desde hace más de 5000 años, aunque posiblemente зи uso sea bastante anterior, remontándose incluso a la época prehistórica. El hombre ha recurrido a las plantas como medio de
    curación y de sanación.
    Esta búsqueda le ha hecho profundizar en el conocimiento de las especies vegetales con propiedades medicinales y ampliar su
    experiencia con los preparados que se extraen de ellas. Y de este estudio minucioso estudio de observación y de experiencia es de donde surge la FITORERAPIA. Es la ciencia que estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con
    finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para aliviar o para curar las enfermedades.
    Las primeras aplicaciones fitoterapéuticas que desarrolló el ser humano tuvieron lugar, en principio, por una sabiduría ancestral e innata, de conexión energética con el medio, y, por la observación de los animales y las aplicaciones que ellos
    hacían de las plantas.
    La naturaleza además ha favorecido el conocimiento de sus aplicaciones, ya que la propia morfología de las plantas y sus partes están muy relacionadas con los usos terapéuticos. Este estudio queda expresado en la Doctrina de la Signatura, desarrollada por Paracelso, donde establece que cualquier elemento de la naturaleza posee un signo distintivo, gracias al cual es posible comprender la esencia del mismo. Las plantas son portadoras de alguna señal que nos sugiere alguno de sus secretos o virtudes que podríamos utilizar en beneficio de nuestra propia curación. Estas características sutiles quedan

TRATAMIENTOS PRIMITIVOS – En la mayoría de las culturas antiguas se consideraba la enfermedad como un castigo de los
dioses. Los curanderos trataban a los enfermos a base de conjuros y ritos con pócimas mágicas preparadas con plantas locales.
Descubrimientos arqueológicos en Irak, realizados en un cementerio del hombre de Neandertal, de hace unos 60000 años, indican que уа se usaban algunas plantas medicinales que todavía figuran en la herbolaria tradicional, como la milenrama y е!
malvavisco.
En las tablas sumerias, 4000 aC, nombran medicamentos como el opio, el tomillo y la mostaza.
Los babilonios, civilización que los sucedió, ampliaron la farmacopea sumeria con plantas como el sen, el azafrán, el cilantro,
la canela y el ajo. A partir de ellas y de resinas preparaban cataplasmas, bálsamos y linimentos.
LA MEDICINA DEL ANTIGUO EGIPTO – Gracias a descubrimientos de papiros, datados aproximadamente en el 1600 aC, hay constancia de la cantidad de remedios naturales que aplicaban, así como de su gran conocimiento de la terapéutica y sus posibilidades. El primer papiro localizado, uno de los primeros textos médicos, fue el papiro de Ebers, contiene unas 800 recetas y hace referencia a más de 700 productos, con los que preparaban extractos, licores, infusiones, píldoras, cataplasmas y bálsamos. En los preparados mezclaban tanto plantas (aloe, ajenjo, hierbabuena, beleño, mandrágora, mirra…), como
materias de origen animal (grasas animales, sangre, leche…) y mineral (sal, mercurio, magnesio, alabastro…).
Además concebían las bases de una alimentación saludable, el uso de las termas y de aguas minerales, realizaban operaciones
quirúrgicas y tenían un gran conocimiento de anatomía y fisiología, gracias a lo cual realizaban momificaciones.

ESOPOTAMIA – Obtenían compuestos medicinales de 250 plantas, 120 sustancias minerales у 180 sustancias де origen
animal. Daban gran importancia a la hora del día en la que se preparaba o se consumía el remedio medicinal.
LA INDIA – Toda la erudición herbolaria acumulada durante generaciones se reunió en el Ayurveda. Apareció por primera vez
en forma escrita alrededor de la época de Cristo.
El Ayurveda es el conocimiento que indica lo que es apropiado e inapropiado, las condiciones de vida felices y tristes, lo que es favorable y desfavorable para la longevidad, al igual que la duración y naturaleza de la misma. Considera la salud como un equilibrio entre el individuo y su entorno, que se interrelacionan a través de la energía vital o prana, basada en la Teoría de
fos 5 Elementos.
Sus preparados se ingerían oralmente, mezclados con mantequilla clarificada, sésamo y miel, aunque también elaboraban
píldoras.
CHINA – Hace por lo menos 2000 años que se escribió la más antigua farmacopea china que se conoce, el Pen Tsao, que
ofrece una recopilación autorizada y puesta al día de los preparados medicinales que empleaban. En los tratados tradicionales
aparecen hasta un total de 8160 fórmulas de mezclas de plantas medicinales junto con sustancias de origen animal.
Las dos bases en las que se apoya la Medicina Tradicional China son la acupuntura y la farmacopea. Y su base filosófica de entendimiento del universo está basada en la Teoría del Yin- Yang, la Teoría de los 5 Elementos y el Chi o fuerza vital que
anima todo lo existente.

BREOS у SÁNSCRITOS – Reconocidos рог зи salud pública e higiene, utilizaban plantas medicinales como el enebro, la mandrágora, el algodón y la mostaza para curar sus enfermedades. La Biblia autoriza y fomenta, en cierto sentido, el uso de
esta práctica: “Е/ Señor hace salir de la tierra los remedios, y el hombre sensato no los desestima”.
LA CONTRIBUCIÓN DE LOS GRIEGOS – En el siglo V aC, Empédocles de Agrigento, difunde la idea que se estaba aplicando simultáneamente en China y en la India, que la vida se constituye sobre 4 raíces eternas, fuego, agua, aire y tierra. Y a través de ellas intenta conciliar la perennidad del ser con el transcurrir de todo, llegando así al equilibrio y a la salud de la persona.
Esta teoría estuvo vigente en Europa durante más de 2000 años.
Hacia el año 400 aC, Hipócrates apartó la medicina de la religión y el misticismo alegando que se trataba de una ciencia y un arte, donde no había cabida para la superstición. Se le considera el padre de la medicina moderna. Sus enseñanzas hacen hincapié en las virtudes de la dieta, el ejercicio y la exposición al sol y al agua, y, se basaban en la máxima “Primum non
посеге’ о “lo importante es no causar daño”, demostrando así el interés humanitario que tenía.
Sostenía que los 4 elementos constitutivos de la naturaleza (fuego, agua, tierra y aire) estaban representados en el cuerpo por la bilis amarilla, la flema, la bilis negra y la sangre, que cualquier desequilibrio en uno de ellos causaba la enfermedad, y que podía corregirse eliminando el exceso predominante, a través de sangrías, enemas, purgantes (ricino, anís, leche de burra…),
diuréticos (perejil, tomillo, hinojo, apio…), sudoríficos o eméticos.
Le sucedió Aristóteles y su discípulo Teofrasto, que fue el primer botánico científico, que registra en Historia de las Plantas y
De las causas de las plantas, 550 especies de Europa e India, clasificadas de acuerdo a su forma y estructura.
Aunque en el siglo | de nuestra era es Dioscórides quien en su obra De Materia Médica recopila información de más de 600
especies de plantas de valor medicinal, 35 productos de origen animal y 90 minerales.

ADELANTOS ROMANOS – Las innovaciones fundamentales en Roma con referencia a la salud pública fueron la distribución de agua potable por medio de acueductos y la creación de sistemas de drenaje. En cuanto a la salud individual los métodos curativos consistían en dieta, administración de medicamentos y cirugía. Su medicina era una fusión entre los principios
hipocráticos con una gran dosis de religiosidad.
Galeno promovió el estudio de las sustancias vegetales y sus acciones terapéuticas en base a la riqueza de determinadas sustancias, descritas en la Teoría de las Cualidades. Las formas galénicas eran unas mezclas de hierbas que él mismo
revalorizó y que consideraba que curaban casi cualquier patología.
MEDICINA y ALQUIMIA ÁRABES – Tras la caída de Roma fue el imperio musulmán el que mantuvo y profundizó sobre la cultura medicinal griega. Destacan los trabajos de Avicena, médico, científico y filósofo, considerado como uno de los más grandes médicos de todos los tiempos. Escribió el Canon de /а Medicina, donde describe 811 productos vegetales y minerales y sus acciones sobre el ser humano, con múltiples referencias de Galeno y Aristóteles, donde se describen
enfermedades como la meningitis y el tétanos.
A través de los árabes llegó al mundo occidental la alquimia, mezcla de química y filosofía. Los alquimistas intentaban
averiguar los misterios de la naturaleza experimentando en el laboratorio con muy diversas sustancias.
LA EDAD MEDIA – El uso de plantas medicinales sufre un estancamiento y descrédito debido a la Santa Inquisición, que manda quemar en la hoguera a cientos de curanderos. Se centró el arte de curar en los monasterios y los monjes y sacerdotes tradujeron del griego y del latín las obras primitivas sobre el empleo medicinal de las hierbas. Carlomagno ordenó a los conventos el cultivo de plantas medicinales, lo que contribuyó a impulsar el desarrollo de la medicina, creándose numerosos
jardines botánicos al mismo tiempo que hospitales monásticos.

artir del S. XII, con la gran influencia де la iglesia, la fitoterapia pasa el olvido a nivel oficial, aunque зи uso зе mantiene en reductos, incluso perseguidos por los elementos eclesiásticos. Con el inicio del Renacimiento comienza el resurgir de la medicina a base de plantas y la identificación de plantas medicinales y sus partes útiles. Y junto con la invención de la imprenta comienza lo que зе denominó la edad de los herbarios. La Dotrrina dei Segni sostenía que el uso medicinal de una planta podía reconocerse en función de la morfología de la misma, en correspondencia con alguna parte de la anatomía
humana.
EL NUEVO MUNDO – Los aztecas tenían una herencia herbolaria medicinal que comprendía unas 3000 especies. En 1552 se
escribía el primer libro de medicina de México y América, traducido al latín. Algunas de las especies traídas a Europa son la quina, la coca y el tabaco.
DEL RENACIMIENTO A LA ACTUALIDAD – Paracelso reimpulsó la Teoría de las Signaturas y una de sus innovaciones fue
el estudio y aplicación preciso de las dosis estableciendo que “el que un veneno sea un veneno o no, depende sólo de la
dosis”, desarrolló el uso de tinturas y de metales en la medicina.
En Alemania, Samuel Hahneman, funda la homeopatía, basando su acción medicinal en las bases sobre las dosis que sentó Paracelso y sobre la máxima “símilla similibus curantes” о “los semejantes se curan соп los semejantes”. Esta doctrina terapéutica se basa en dar al paciente dosis mínimas de un medicamento que produzca efectos similares a sus síntomas, estimulando así sus mecanismos de defensa. Las sustancias que a dosis elevadas provocan enfermedades, son las mismas que
diluidas y dinamizadas van hacia la curación.
En 1850 se desarrolla un movimiento de investigación para conocer la composición de los vegetales y nace la base de la industria farmacéutica, perfumera y condimentaria actual. Se comienzan a purificar los principios activos de las plantas
medicinales.

El hombre primitivo carecía de las respuestas que hoy día tenemos а través de la ciencia, entonces. ¿cómo podia dudar y cuestionarse el poder mágico de las plantas?, ¿de qué otra manera podía explicarse los misterios que rodean al reino vegetal?, si cada año veía como con la llegada del otoño “morían” los bosques cuando perdían sus hojas y las flores se marchitaban, y, con la llegada de la primavera “resucitaba” y en las ramas aparecían nuevas yemas de las que brotaba nuevo follaje y las
plántulas surgían del suelo con renovada energía.
Nuestros lejanos antecesores no necesitaban ser expertos botánicos para advertir y valorar la notable pujanza y la diversidad el mundo vegetal. La necesidad los llevó a observar atentamente la flora que les proporcionaba alimento, vestido y
medicamentos.
Sin duda alguna, el comportamiento de algunas plantas les llenaba de asombro: ¿por qué los girasoles seguían a lo largo del día el movimiento del Sol a través del firmamento?, ¿por qué las flores de la maravilla se abrían al alba para cerrarse a la
puesta de Sol?
El ser humano que ya dependía de las plantas para satisfacer sus necesidades materiales, encontraba natural buscar también en ellas ayuda contra la adversidad. Como las plantas parecían tener poderos mágicos, era lógico suponer que si lograba dominar y dirigir esa fuerza, el hombre podría vencer la desgracia y la enfermedad, controlar el destino y estar en paz con los
dioses.
A lo largo de la historia han aparecido un sinfín de fábulas, que hay que examinar con mucho detenimiento para distinguir la
realidad de la ficción.

l caso del griego Heredoto, que еп su obra llamada Historias describe la planta del algodón гейпепдозе a ella como “árboles… que producen como frutos unos vellones superiores en calidad y belleza a los de las ovejas, y con los que los nativos tejen telas para vestirse». Y, que al paso de los siglos, este relato fue haciéndose más fantástico hasta convertir la planta “que producía lana” en un cordero de carne y hueso, pero de origen vegetal, que crecía en un árbol desarrollado a partir
de una semilla parecida a un melón.
También, la mandrágora, una hierba perenne de la región mediterránea, tuvo gran fama por sus poderes mágicos en parte a
su toxicidad, capaz de matar al que la comiera, y, por la forma tuberosa de su raíz parecida a un pequeño hombrecito.

Es evidente como el hombre, а pesar de la experiencia que iba adquiriendo, conservó а través del tiempo la convicción de que había algo mágico en las plantas; idea que se infiltró en todos los aspectos de su vida, incluyendo el emocional, el práctico y el
espiritual, y estuvo firmemente arraigada a través de la superstición.
Para los egipcios, la cebolla era una planta a la que reverenciaban; no sólo la consideraban un sabroso condimento y verdura apetecible, sino que además representaba el universo. Así como se superponen una a una las capas de la cebolla, el mundo Inferior estaba rodeado por la tierra, que a su vez estaba cubierta por el cielo. Juraban sobre una cebolla como hoy en día se
realiza sobre la Biblia, y presentaban cebollas a los dioses como ofrendas.
Así mismo, los árboles eran sagrados y los plantaban alrededor de los templos para deleite de los dioses. Incluso llenaban con flores las criptas funerarias. En sus momias se han encontrado guirnaldas de mejorana, crisantemos, narcisos, rosas y otras
especies.

Los griegos crearon toda clase de mitos рага explicar los fenómenos naturales о para justificar la intervención de lo sobrenatural en la vida cotidiana. Para ellos, eran doce los dioses que regían los cielos, la tierra, el mar y el inframundo. Todos habitaban en la cima del Monte Olimpo y estaban emparentados entre sí, aunque cada uno tenía una personalidad propia, atributos distintivos y predilección por alguna planta con la que se identificaba en la literatura y el arte. Por ejemplo, Zeus, el dios supremo, adoptó el roble como simbolo de su eterno poder, Ares, dios de la guerra, el fresno que proporcionaba madera para las lanzas, y, Atenea, diosa de la sabiduría, tenía como emblema el olivo, que ella misma creó y que no sólo producía
madera, sino también frutos y aceite.
Las plantas mágicas también desempenaron un papel importante en la vida de los personajes biblicos. Cuando Moisés se
convirtió, fue una zarza el oráculo a través del que le habló Dios.
Para los druidas, en agradecimiento a los árboles del bosque, que los auxiliaron cuando las fuerzas oscuras amenazaban a la humanidad, adoptaron como nombre el que en celta se daba al árbol, y basaron en los árboles su alfabeto; para representar la
A dibujaba un olmo, para la B un abedul, y así sucesivamente.
Los misioneros se valieron de hierbas y flores para explicar su doctrina. San Patricio ilustró con el trébol el misterio de la
Trinidad; tres hojas distintas pero una sola unidad.
Las brujas y hechiceras ejercían su oficio en secreto porque una acusación de hechicería les podía costar la vida. Eran herederas de conocimientos muy antiguos sobre las propiedades medicinales de productos naturales. Casi todas las plantas que utilizaban pertenecían a la vieja tradición herbolaria, algunas eran venenosas y hoy se conocen bien las potentes drogas y toxinas que producen. Como es el caso del beleño, con el que hacían un unguento que les servía para “volar”. Lo mezclaban con ingredientes de origen animal y lo untaban sobre la piel y comenzaban a alucinar imaginando que se transportaban por
los aires y danzaban con los demonios, lo que dio lugar a leyendas de vuelos mágicos y lúgubres aquelarres.

Los principios activos son sustancias que se encuentran en las distintas partes u órganos de las plantas y que alteran o modifican el funcionamiento de órganos y sistemas del cuerpo humano y animal. Los más importantes desde el punto de vista
de la salud son los aceites esenciales, los alcaloides, los glucósidos o heterósidos, los mucílagos o gomas, y, los taninos.
Existen en las plantas otros principios activos relevantes denominados nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales,
aminoácidos, carbohidratos y fibras, azúcares diversos, ácidos orgánicos, lípidos y antibióticos.
Los principios activos, según su estructura química, se clasifican en dos grupos: – Productos resultantes del metabolismo primario, de procesos químicos que intervienen de manera directa en la supervivencia, crecimiento y reproducción. Glúcidos, lípidos, derivados de aminoácidos. – Productos derivados del metabolismo secundario, que no son esenciales para el metabolismo, sino que son sintetizados como defensa y adaptación. Son los más importantes. Heterósidos, polifenoles, terpenoides y alcaloides.
Éstos últimos son los más importantes, que se subdividen en distintos grupos en función de su estructura química.

HETERÓSIDOS

POLIFENOLES

  1. Ácidos Fenólicos; antioxidante, analgésico, colerético.
  2. Flavonoides; existen más de diez tipos. Acción vitamínica P, espasmolítica del tracto digestivo, antiinflamatoria por vasoconstricción, aumenta la reserva alcalina, protege contra radiaciones ¡onizantes, laxante y diurética (flor de la pasión, manzanilla romana, aquilea, regaliz, espino blanco).
  3. Cumarinas; sistema vascular, tanto arterial como venoso, y, alteraciones de la piel (meliloto, castaño de indias). Lignanos; hepatoprotector (cardo mariano).
  4. Taninos; precipitan alcaloides, proteínas… Acción astringente, vasoconstrictora, hemostática, antibiótica, antifúngica (hamamelis).
  5. Quinonas; Acción antimicrobiana, antifúngica, antibacteriana (ajo, tomillo.

TERPENOIDES 1. Iridoides (ver tabla) 2. Lactonas; Acción antibacteriana y antifúngica (ajenjo, diente de león) 3. Saponinas; Acción mucolítica, diurética, ligeramente hemolítica, disminuyen el colesterol, antiinflamatoria, antifúngica,
antimicrobiana, antiulcerosa (castaño de indias, regaliz, centella asiática, гизсо, llantén)
ALCALOIDES
La mayoría son tóxicos por su potente efecto sobre el SN. Acción sedante (acónito, coca) y excitante (te verde, mate, cacao), sobre el SNA es antiespasmódica, anestésica, analgésica, antipirética (opio, amapola), antiparasitario, estomacal, bactericida, diurético.
OTROS PRINCIPIOS ACTIVOS
e ACEITES ESENCIALES – acción antiinfecciosa (pino, tomillo), colerético y colagogo (anís verde), expectorante (eucalipto), estimulante y sedante (lavanda), antiinflamotoria (romero)
e ÁCIDOS ORGÁNICOS – acción antioxidante, refrescante, ligeramente laxante, diurética.
e ENZIMAS – catalizadoras de reacciones metabólicas (diente de león, papaya).
e MINERALES – sustancias inorgánicas (Fe, Ca, Ма, Na…).
е MUCÍLAGOS y GOMAS – acción emoliente y demulcente, antiinflamatoria (algarroba, lino, malva, malvavisco).
e PRINCIPIOS AMARGOS – acción aperitiva, tónica estimulante, mejoran la circulación, vermifuga (alcachofa, ajenjo, lúpulo).
е RESINAS y BÁLSAMOS – son exudados vegetales. Acción purgante, antiséptica, expectorante (Пап еп, lavanda)
e VITAMINAS – hidrosolubles, vit. С y grupo В, y, liposolubles, vit. A, D, E y K

Identificación de Plantas Medicinales

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