La cebolla es una planta bulbosa de uso generalizado en la alimentación, y además en muchos casos puede resultar un buen medicamento, que en general el público ignora.
La cebolla se cultiva con preferencia en los climas templados.
Se conocen dos variedades de cebolla : la blanca y la rojiza, pero la blanca suele ser más estimada.
La palabra cebolla viene del vocablo latino cxpulla y del griego
cepaia y cepeios.
Variedades y cultivo de la cebolla
Beneficios de la menta y aplicaciones para la salud
La cebolla cruda, igual que el ajo, es excitante y estimulante; por su acción excitante sobre el tubo digestivo, está indicada en los casos de atonía estomacal y aumenta también la intensidad y la frecuencia de movimientos del corazón. Dichos efectos son seguros, pero la cebolla tiene el inconveniente del mal olor que deja en el aliento y de que hay estómagos que no la puedan tolerar.
El zumo de cebolla blanca, mezclado con leche y azúcar, es un buen diurético que estimula la secreción renal, pero es de sabor des¬ agradable. Usan esta bebida los árabes contra la hidropesía tomando tres tazas al día, con más o menos cantidad de zumo, según la tole¬ rancia del enfermo.
El zumo de cebolla se usa también como pectoral y, sobre todo, como expectorante.
En ciertos países se prepara un vermífugo macerando en frío un par de cebollas machacadas, en un litro de vino; la mezcla se deja bien tapada y en reposo durante cinco o seis días y luego se filtra. Tomando una copita por la mañana y otra por la tarde, se matan los gusanos intestinales; pero resulta una pócima de muy mal sabor y olor.
Las cataplasmas calientes de cebolla blanca hervida, obran como emolientes contra las inflamaciones de la piel en general.
Para curar un panadizo se puede echar mano de una cebolla blanca, pequeñita, aplicándola en la parte dañada, después de hervida y partida por la mitad.
Una sopa, bien hervida, hecha con caldo de cebolla blanca es muy sana y útil a las personas delicadas de los intestinos y a las que por su edad avanzada o por su temperamento, no les convenga el caldo de carne.
El caldo de cebolla es también un buen diurético; deben usarlo las personas que necesiten aumentar la diuresis; sobre todo, los que sufran de hidropesía.
El uso de la cebolla, como condimento, es indispensable en la mayoría de los guisos.
A muchos les gusta la cebolla cruda, aliñada con aceite y vinagre, porque dicen les abre el apetito. Esto es cierto y, comiendo poca no puede dañar, pero téngase en cuenta que deberán abstenerse de ella las personas débiles, biliosas y, más aún, las que sufren erupciones u otras enfermedades de la piel, así como las que están predispuestas a padecer acidez de estómago. La cebolla cruda es de difícil digestión, en cambio la cebolla blanca cocida es altamente digestible y muy sana.
Cebolla alvarrana
Si bien no se trata de una planta de cultivo doméstico, la citaremos porque es muy conocida y tiene virtudes medicinales parecidas, y aun superiores a las de la cebolla común, en lo que se refiere a la actividad diurética.
La cebolla albarrana tiene olor fuerte y sa¬ bor acre muy cáustico, siendo algo venenosa, debiendo usarse con prudencia.
Esta cebolla, llamada también estila macho, crece en las tierras arenosas de la orilla de los ríos y abunda en las playas del Mediterráneo. La gente la recoge para mezclarla con grasa o queso y con esta mezcla envenenar a las ratas.
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