Diseñar el jardín para que se vea bien en las épocas estivales
A principios de verano, la profusión de perennes y bienales añade al jardín unas ulteriores notas de color que a menudo se prolongan hasta el otoño. El in- terés de los arbustos disminuye a medida que avanza la estación, momento en el cual las anuales intervienen, alegrando con sus colores el intenso verdor esti- val. Las flores anuales, aunque suelen ser extremadamente vistosas, duran muy poco, por cuya razón
es necesario sembrar semillas y trasplantar sucesivamente las plántulas para mantener el despliegue cromático.
Ficha completa
Las plantas anuales
Las plantas anuales de siembra espontánea brotarán año tras año al azar, dando lugar a breves explosiones de color en lugares inesperados.
Plantas para finales de verano
La profusión de plantas interesantes que florecen a finales de verano, incluyendo la clemátide, las rosas trepado- ras (de floración repetida), así como las anuales y las herbáceas perennes, crean su propio estallido de color; así que tendrá que ser un poco selectivo para que el efecto del jardín en su conjunto no sea abrumador.
A medida que transcurre el verano, el verdor cede el lugar a los encendidos colores otoñales, cuya intensidad y duración dependen del tiempo meteorológico y también de la naturaleza del suelo.
Incluya en su plantación árboles o arbustos de hojas otoñales espectaculares como, por ejemplo, los arces, que pueden aportar al jardín tanta belleza en esta época como en cualquier otra estación. Las perennes de oración tardía como los asteres y los crisantemos adornan el jardín hasta la llegada de las primeras he- ladas, en que las flores se marchitan y las pardas hojas caen al suelo, conduciéndonos al paisaje invernal
Tareas de Jardinería en invierno
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