Familia: Apocynaceae
Especies comunes:
A. cathartica: A. neriifolia; A. violácea.
Nombre vulgar:
Alamanda; llamarada.
Origen:
Género que incluye 15 especies de arbustos perennifclios, rastreros y trepadores de las zonas tropicales de Sudamérica y las Antillas.
Descripción:
Son arbustos de hojas aovadas o lanceoladas, de un verde brillante y empleadas en decoración principalmente por sus ñores tubulares o acampanadas de colores variados, generalmente amarillos o púrpuras.
Cuidados básicos:
Como casi todas las plantas de origen tropical necesitan unas condiciones muy determinadas.
La temperatura no debe bajar de los 10° C y cuando florecen hay que mantenerlas entre 20°-25° C. con una gran humedad tanto en la tierra como en el ambiente. El drenaje también hay que vigilarlo, pues si no es bueno las hojas amarillean y caen. Si la temperatura supera tos 25° C, se colocarán baja las plantas recipientes con 2 centímetros de agua, que habrá que retirar cuando la temperatura descienda. La iluminación tiene que ser abundante, pero con luz tamizada, pues el sol directo es perjudicial para ellas.
Suelo y multiplicación:
Necesitan suelos fértiles, debiéndose emplear los preparados comerciales de mayor calidad. Si se desea preparar una mezcla apropiada, ésta constará
de: 3 partes de turba, 1 parte de perlita, 2 de vermiculita, I de mantillo o humus, y finalmente se añadirá a la mezcla 1 cucharada de carbón vegetal y otra de cal. Se multiplican por esquejes al final de los meses fríos.
Abonado:
Es conveniente un ligero abonado semanal desde 1 mes antes de la floración, hasta el término de ésta.
Situación:
Formando arriates en el invernadero o en grandes macetas con soportes para ios tallos, en habitaciones caldeadas y que no tengan grandes oscilaciones de temperatura. Si hay calefacción no hay que olvidar disponerlas sobre recipientes con agua, o realizar frecuentes pulverizaciones.
Plagas y enfermedades:
Son muy-sensibles a los tres grandes enemigos de las plantas de interior: la araña roja, los pulgones y la mosca blanca. Se combatirán enérgicamente nada más detectarlas, pues si no la planta puede morir en poco tiempo.
Consejos útiles:
Durante la primavera, las ramas del año anterior deben someterse a una poda que deje sólo 1 ó 2 nudos por rama. Así se favorecerá el desarrollo subsiguiente.
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