Familia: Araueariáceas (Araucariaceae)
Especies comunes:
Araucaria araucana, Araucaria excelsa, Araucaria heterophylla.
Nomhre vulgar: Araucaria, bungia, pino
araucano.
Origen y diversidad:
Género formado por unas 13 especies de coníferas, (plantas gimnospermas), de hoja perenne procedentes de América del Sur. Australia e islas del Pacifico.
Ficha completa
Descripción:
Son árboles con un tronco central erecto del que parlen ramas que se mantienen paralelas al suelo formando estratos. Las hojas son de forma acicular o lanceolad, imbricadas a y se disponen alrededor de las ramas formando espirales. Las pinas masculinas son cilindricas, mientras que las femeninas tienen forma entre aovada y esférica.
Cuidados
La especie más empleada en interiores. A. excelsa, necesita durante el verano una posición sombreada y riegos abundantes con agua templada. Durante el invierno la temperatura no debe superar los 10° C y los riegos se reducirán al mínimo, pues de lo contrario, las ramas más próximas al suelo se pueden ver afectadas por el ataque de un hongo que provoca la caída de las hojas, dejando e¡ tronco casi desnudo. Sólo A. araucana soporta el sol directo.
Suelo y trasplante:
Necesitan tierra fértil y bien drenada. Se puede emplear una mezcla similar a la utilizada para las Arabas. La época más apropiada para realizar el trasplante es el otoño o la primavera.
Abono y fertilización
Durante el período vegetativo hay que dar riegos fertilizantes cada 10 ó 15 días. Estos se suprimen durante el invierno.
Situación:
En aquellas zonas donde el clima lo permita se puede emplear en el jardín, y de forma aislada, ejemplares de A. araucana, especie muy rústica, que puede llegar a alcanzar hasta 40 metros de altura. Para interiores se recomienda A. excelsa var, glauca, de porte más reducido y que soporta bien el cultivo en macetas, pues su crecimiento es muv lento.
Plagas y enfermedades:
La caída de ramas interiores, ya mencionada, tiene su origen en la invasión del hongo Cryptospora iongispora, cuyo crecimiento se ve favorecido por un exceso de humedad. Se ataja podando y quemando las ramas afectadas y reduciendo el riego. La caspilla o piojo rojo do los cítricos ataca también a las araucarias; para evitarlo se pulverizan los árboles con aceites minerales.
Reproducción
Si un ejemplar de Araucaria ha perdido la mayoría de sus ramas inferiores, podemos obtener un nuevo ejemplar a partir de esquejes apicales. Durante el otoño se corta un esqueje con dos o tres nudos, dejando que «sangre» la resina. Después se planta a cubierto sobre un sustrato a base de turba.
Suscribirse Aquí
Nuevo: Síguenos en Google Noticias
Descubre más desde Id Plantae
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.