Cedrus

Familia: Pinaceae
Especies comunes:
C. atlántica; C. deodora: C. libani.
Nombre vulgar:
Cedro.

Origen:

Género con 4 especies de árboles perennifolios que en su hábitat natural se desarrollan en la cuenca mediterránea y el
Himalaya, pero que hoy en día se extienden por todo el mundo gracias a su empleo en parques.

Descripción:

Arboles de forma piramidal cuando jóvenes y algo más desgarbados de adultos, que pueden superar con facilidad los 40 metros de altura. Las hojas son de forma acicular, duras y se agrupan en rosetas en las ramas cortas, permaneciendo aisladas en las largas. Produce pinas grandes y erectas que tardan 2 años en madurar.

Cuidados básicos:

Son especies que necesitan una exposición soleada y temperaturas suaves. Los riegos deben ser frecuentes cuando el árbol es joven, pero una vez llegan a adultos pueden espaciarse mucho, pues la sequedad parece no afectarles.
En terrenos con mal drenaje se pudren las ratees muy fácilmente.

Suelo y trasplante:

C. atlántica y C. libani son los menos exigentes, pues crecen bien incluso en terrenos calcáreos con la condición de que drenen bien. C. deodora es el menos rústico, soportando mal la cal y menos la humedad retenida en e! suelo. La plantación puede realizarse en otoño o primavera.

Abonado:

Mientras el árbol es joven puede recurrírse al abono foliar que permite a la planta obtener elementos nutritivos de forma rápida, acelerando así e! crecimiento. Cuando los ejemplares alcancen un tamaño
adecuado el abonado debe realizarse de forma convencional, empleando para ello productos de alto contenido en nitrógeno.

Situación:

Por sus bellas formas, su resistencia a la contaminación, su rápido crecimiento y la multitud de variedades que poseen, hacen de estos árboles especies ideales para adornar grandes jardines y parques ciudadanos. Para jardines pequeños pueden emplearse las variedades de C. libani «Nana» y «Sargentii». que por su crecimiento lento y escaso porte son muy apropiadas para espacios reducidos.

Plagas y enfermedades:

Diversas enfermedades fúngicas pueden atacar tanto a las ramas como a las raíces, produciendo la muerte de éstas. Atajarlas es muy difícil y, por tanto, lo mejor será emplear medidas preventivas como: desinfectar bien los abonos antes de utilizarlos, evitar las humedades excesivas del terreno y podar las ramas enfermas en cuanto aparezcan los primeros síntomas. Entre las plagas más comunes destacan las cochinillas del tizne y los pulgones (Cedrobium laporteí), esta última de reciente entrada en Europa y combatible con Malathíon.

Consejos útiles:

La multiplicación puede efectuarse por semillas, durante la primavera.

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