- La maceta se sujeta cubriendo el sustrato con la mano y los dedos entre el tallo. Con un golpe en el borde se desprende la planta.
- Se agrega el sustrato con turba, resaca de no, tierra negra y arena en partes iguales hasta llenar la maceta.
- Con una varilla se desprende parte de la tierna adherida a las raíces.
- La planta se coloca en el centro de la nueva maceta.
- El suelo se compacta para que se adhiera a las raíces y se riega.
Nota:
El sustrato se presiona alrededor de la planta y se riega sin mojar las hojas.
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