Las plantas alpinas para Diseño de paisajes y jardinería

Las plantas alpinas son aquellas que en origen viven en altitudes elevadas, por lo general por encima de donde termina la zona de arbolado. En jardinería son muy apreciadas por la delicadeza de sus formas y la brillantez de su colorido. Normalmente se cultivan en zonas especiales del jardín denominadas rocallas, que intentan imitar, en lo posible, el ambiente natural en que estas plantas viven.

¿Dónde se cultivan?
Las alpinas pueden cultivarse en todo tipo de sitios, desde pequeñas macetas a jardineras de ventana, pero lucen en todo su esplendor sobre una rocalla.
¿Cuáles son sus principales exigencias?
La mayoría soportan mal tanto la humedad estancada como la sequía prolongada. Lo ideal para su perfecto desarrollo son unas condiciones que imiten a su hábitat natural, es decir, una humedad constante pero en suelo bien drenado y aireado.
¿Qué tipo de tierra les va mejor?
Una mezcla de mantillo de hojas, turba de musgo y arena mezclada con tierra de jardín será suficiente. Los dos primeros elementos aportan humus y nutrientes orgánicos y la arena ayuda a mantener el suelo bien drenado y esponjoso.
¿Hay que abonarlas?
Sí; una vez al año conviene esparcir sobre el suelo la mezcla de tierra ya mencionada, a la que se añadirán fertilizantes inorgánicos en pequeñas cantidades. Algunas plantas, y muy especialmente las bulbosas, agradecen la aportación de harina de huesos junto con el abonado de superficie.
¿Cómo mantener la humedad?
Para evitar que en verano el agua se evapore rápidamente y las plantas alpinas puedan sufrir
deshidrataciones, es interesante, tanto si se disponen en rocallas como en macetas, cubrir la superficie con una fina capa de grava muy menuda.
¿Les va mejor el sol o la sombra?
La mayoría de las alpinas no soportan el sol directo y. por tanto, deben plantarse en terrenos orientados al norte, o bien a la sombra de otras plantas. Una solución puede ser plantar sobre la rocalla de alpinas algún árbol de porte no muy elevado y que pierda la hoja durante el invierno. Los abedules de tipo llorón o los lilos enanos son dos especies muy útiles, pues se dan sin problemas sobre la rocalla.
¿Son apropiadas para muros?
No tocias las especies sirven para este fin, sólo aquellas que como Aethionema armenum vegetan en roquedos, pedregales, grietas de peñas, etc. Para conseguir un buen aspecto con estas especies hay que buscar huecos en el muro a diferentes alturas. Estos tendrán una capacidad mínima de 3 dm’ y se rellenarán con un sustrato a base de buena tierra vegetal, tierra de brezo y mantillo orgánico bien descompuesto, todo ello a partes iguales. Antes de instalar la planta se cubre el cepellón con la misma mezcla del hueco y una
vez instalada se procede a un riego copioso sin que el agua rebose del hueco.

A veces, saber en qué lugar se desarrolla una planta alpina sirve de ayuda para su cultivo en el jardín pero no siempre es así. El i ciclo de muchas de estas flores silvestres cambia cuando varía su situación geográfica y por esto, hay que tener en cuenta ciertas normas para cada especie.

Plantas alpinas con flores ornamentales

¿Qué alpinas no toleran el sol?
Por lo general todas aquellas que
acostumbran a crecer en grietas profundas o en fisuras de las rocas. Un ejemplo típico es Ramonda myconi, del Pirineo español, y sus dos parientes próximos R. nathaliae y R. serbica. Estas plantas son de cultivo muy difícil, pero aun así merece la pena intentarlo, pues la belleza de sus flores azules o violetas merecen todos los esfuerzos. Se situarán orientadas al norte y a ser posible protegidas por algún saliente rocoso.
¿Cuáles se pueden disponer individualmente?
Una de ¡as bellezas del jardín en rocalla es que no tiene por qué sujetarse a un orden estricto. Por este motivo, prácticamente todas las plantas se pueden disponer aisladas, siempre y cuando su floración sea abundante. Entre estas últimas destacan: Dianthus (claveles), Phlox, Campanilla carpatica y casi todas las Saxífragas.
¿Cómo hay que disponer las más pequeñas?
Algunos ejemplares, como ciertas Campánulas (C. barbata y C. lasiocarpa), algunas Gentiana y la mayoría de los Androsace, a pesar de su exquisita belleza, presentan el inconveniente de que sus flores son muy pequeñas
y se pierden en la totalidad de la rocalla. iJn sistema para evitar este problema consiste en plantarlas en grandes grupos muy compactos, o bien si es posible disponerlas a cierta altura mediante falsas repisas de rocas a la altura de la vista. Con este último sistema se diversifica la fisonomía del jardín y se facilita la contemplación de estas pequeñas pero bellísimas flores.
¿Hay alguna norma para combinar los colores?
Normalmente todas las alpinas presentan colores muy variados, pero siempre suaves. El secreto para crear un bello efecto será, por tanto, el no seguir ningún orden estricto, pues dada la suavidad de sus tonos prácticamente todas las plantas combinan entre sí.
¿Cuáles son las bulbosas más apropiad as?
La mayoría de las bulbosas que se emplean en jardinería tienen un origen alpino, es decir, se crían en las praderas de alta montaña y por este motivo la elección es muy amplia:
Narcissus, Iris, Leucojum y Scilia, nos brindan su floración en primavera. El otoño despertará con Colchicum agrippinum, mientras que durante el invierno podremos disfrutar de los bellos Crocus y de algunas variedades de Leucojum,

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