Arrollador de la hoja

La razón por lo que se doblan las hojas de las plantas

Cuando observemos que las hojas de nuestros árboles y arbustos se enrollan sospechosamente, debemos pensar que una plaga de insectos nos ha invadido. Sólo cuando estos animales se reproduzcan en exceso, habrá que atajarlos inmediatamente, pues de otra forma, los árboles pueden afearse mucho.

Varias plagas bajo el mismo nombre

¿Qué es un arrollador?

Bajo el nombre de arrolladores o enrolladores de hojas se agrupan una serie de insectos de especies distintas, cuyas larvas tienen la particularidad de fabricarse «escondites» enrollándose sobre sí mismas las hojas de los árboles y arbustos en que viven y se alimentan.

¿Son peligrosos?

Mientras se mantengan en número reducido, es decir, mientras no formen plaga, sólo producirán daños estéticos, pues algunas hojas se deforman y esto afea el conjunto. El problema empieza cuando estos animales se reproducen en exceso, pues en poco tiempo las larvas, que se ) alimentan de hojas, pueden arrasar el árbol o arbusto más frondoso.

¿Cuáles son los más comunes?

La familia de las Tortricidae alberga al mayor número de especies dañinas. Tortrix viridiana o enrolladora del roble es la más común. La mariposa mide de 18 a 25 milímetros y las alas son de color verde las superiores y ceniza ¡as inferiores. La oruga es de color verde.
En chopos y viburnos encontramos otra especie, A. schalleriana, de tamaño un poco inferior a la anterior y color blanco. Las orugas causan verdaderos estragos sobre las plantas citadas. La enrolladora del manzano mide de 14 a 18 milímetros con las alas abiertas y su coloración es gris parduzca.
Sus orugas atacan perales, manzanos y albaricoques.
En el jardín o terraza la más frecuente es Cardiaria syringelia, de color verde pálido y unos 8 milímetros de longitud. La generación primaveral ataca con preferencia las yemas, mientras que la segunda generación excava durante el verano galerías en las hojas, que posteriormente se arrollan sobre sí mismas. Atacan sobre todo a liles, aligustres y evónimos, finalmente, sobre la familia de las Moráceas y más concretamente sobre Ficus nítida, es posible observar unos diminutos animales de color negruzco si son adultos o amarillo claro si son jóvenes, cuyas picaduras producen plegamientos en las hojas, que posteriormente se transforman en agallas en cuyo interior habitan las colonias de estos insectos.

¿Cómo se eliminan?

Lo primero es recoger y quemar las hojas atacadas. A continuación y desde finales del invierno hay que realizar pulverizaciones con insecticidas fosforados o con Sevin que eliminan las orugas invernantes y las generaciones primaverales de adultos. Con la llegada del calor y la consiguiente aparición de la segunda generación de insectos es conveniente cambiar de tratamiento y aplicar insecticidas de acción penetrante como Diazinón o Dipterex.

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