El Gusano de las raíces. (Heterodera radicicola). Es un Nematodo pequeñísimo, común y perjudicial a muchas plantas de la huerta.
La hembra tiene de largo unos tres cuartos de milímetro y forma de pera. El macho es filiforme y un poco más largo, alcanzando hasta milímetro y medio de longitud. Tanto el macho como la hembra son casi transparentes lo que hace muy difícil distinguirlos a simple vista.
Cada hembra puede poner de 400 a 500 huevos en varias posturas sucesivas sobre las raíces de la planta de patatas, zanahoria, remolacha y otras hortalizas de rizomas, bulbos y tubérculos.
Estos nematodos succionan los jugos de la planta viviendo sobre las raíces y tubérculos de todos los tamaños y edades, provocando degeneración y alteración de estos órganos (hinchazones, tumores o agallas). Los tubérculos se ponen rugosos y salpicados de verrugas obscuras.
La enfermedad tiene un curso lento en su avance lo que permite tomar medidas de prevención eficaces que impidan la difusión de la plaga, aislando las matas enfermas de las sanas por medio de zanjas transversales, quemando o destruyendo las plantas enfermas que se conocen por el aspecto lánguido y amarillento de las hojas.
Ficha completa
Transmisión del Gusano de las raíces de una planta a otra
Los tremátodos se transmiten de una planta a otra por el contacto de las raíces enfermas con las sanas y algunas veces por el paso de las larvas que salen sobre la superficie del suelo o a las capas flojas de la tierra superficial, abandonando las raíces sobre las cuales han nacido para abrirse paso a otras nuevas
La Heterodera radicicola causa una verdadera infección de los suelos viviendo sobre las raíces de gran número de plantas aun cuando se dejan descansar, por lo que su invasión es muy grave cuando no se toman las medidas enérgicas de exterminio para sanear los campos infestados.
Control y prevención del gusano de las raíces en la huerta
Como tratamiento preventivo: en los campos infectados que se desean usar para siembras de hortalizas, se aconseja ararlos constamtemente sin permitir el desarrollo de plantas durante 1 año o más.
Otra forma de sanearlas es dejar que se encharquen de agua por uno o dos meses o sembrarlos durante dos o tres años de gramíneas teniendo el cuidado de no dejar prosperar ninguna otra clase de vegetación atacada por los tremátodos.
La aplicación de una solución de formalina al 1 % de esta substancia y 99% de agua al terreno después de ararlo, así como el empleo de sulfuro de carbono sobre la superficie arada, mata los parásitos.
Las corrientes de aguas pluviales son focos peligrosos de infección cuando provienen de terrenos altos contaminados por tremátodos que pueden ser arrastrados con la tierra o detritus vegetales» por las corrientes de agua.
Los arados, carretas y útiles de labranza deben de someterse a una desinfección adecuada, cuando se emplean para trabajos en terrenos infectados que pueden transportar los gusanos entre las partículas terrosas que se adhieren a ellos con el laboreo.
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