Dianthus «clavel»

El nombre científico de los claveles y las clavelinas

Familia: Caryophyllaceae

Especies comunes:

Dianthus alpinus, Dianthus barbatus, Dianthus caryophyllus; Dianthus sinensis.

Nombre vulgar:

Clavel; clavelina.

Diversidad origen distribución y hábitat

Género que reúne aproximadamente a unas 300 especies de anuales y vivaces de Europa, Asia y Africa. Las especies más empleadas en jardinería proceden del Mediterráneo y China.

Uso ornamental

Las variedades anuales son uno de los grupos más agradecidos como plantas de balcón y terraza. Dianthus sinensis es la más vistosa.

Descripción

Los claveles se caracterizan por presentar pares opuestos de hojas lineares de un color verde grisáceo que salen de un tallo herbáceo o ligeramente leñoso.

Las flores del clavel

La floración es muy variada en tonalidades y está formada por un cáliz cilindrico protegido por brácteas y 5 pétalos libres de borde dentado. En los ejemplares poco hibridados las flores despiden un grato aroma, pero en los muy seleccionados esta característica se ha perdido en beneficio de flores de mayor tamaño de la primavera.

Las vivaces se obtienen por esqueje después de la primera floración.

Cuidados y mantenimiento

1. Exposición a pleno sol

Los claveles precisan una exposición muy soleada y a resguardo de las bajas temperaturas y de las corrientes de aire.

2. Riegos frecuentes

Los riegos deben ser abundantes los días más calurosos del verano y de moderados a fuertes (dependiendo del clima) el resto del tiempo.

3. Uso de guias o tutores

En las especies multipétalas es conveniente entutorarlas mediante cañas para evitar que el peso de la flor tronche el tallo.

4. Control de plagas y enfermedades

Entre los hongos, las fusariosis y las verticilosis que provocan la podredumbre de los tallos son los más peligrosos.

El follaje también puede verse muy afectado por la roya, fácilmente detectable por la aparición de multitud de pústulas pardo-negruzcas, suelen responder al tratamiento con Maneb.

Entre los insectos son frecuentes los thrips y pulgones, fácilmente combatibles con Rogor,

No hay que emplear Malathion, ¡ indano, ni DDT, pues perjudican la floración.

Suelo y trasplante

Está muy extendida la creencia de que los claveles soportan bien los suelos calcáreos, pero no es verdad. A pesar de que no son muy exigentes, prefieren los suelos de tipo neutro, ligeramente arenosos y con buena fertilidad.

Las especies anuales pueden plantarse directamente en jardineras a partir de semillas desde mediados de la primavera.

Abono y fertilización

Los claveles de tipo anual basta con que posean una buena tierra de jardín y algún riego esporádico durante el verano con sales de potasio para favorecer la floración.

A las vivaces habrá que aportarles todos los años una buena proporción de estiércol (3-4 Kg/m 2 ) y unos 70 gr/m 2 de sales, especialmente de calcio, potasio y sulfato amónico.

Reproducción

Debido a que sus especies son anuales o vivaces, lo más recomendado para reproducirlas es a través de semillas, es decir, reproduccón sexual
Se multiplican por semillas en primavera, sin embargo si desea la reproducción vegetativa o asexual puede hacerlo o medíante esquejes a finales del verano.

Las Dianthus como flor cortada

El clavel es cultivado por el hombre para flor cortada desde hace más de cuatro siglos, todo este tiempo ha servido para depurar la técnica de desarrollo y crear infinidad de nuevas variedades.

Cultivo de claveles paso a paso

Una vez se han conseguido unos plantones sanos y resistentes, hay que proceder a preparar el terreno de plantación.

1. Preparación del suelo: sustrato y abonado para lograr una floración exitosa

Para ello se labra bien el suelo hasta unos 30 centímetros de profundidad y se incorpora a la vez estiércol de cuadra bien fermentado (3-4 Kg/m’-‘), superfosfato de cal al 16 r c (150 gr/m 2 ), sulfato potásico al 50 c /e (75 gr/m 2 ), sulfato amónico al 20 % (75 gr/m-) y finalmente sulfato magnésico al 15 9t (100 gr/m-).

De la acertada combinación de estos compuestos y de su perfecta distribución en el terreno depende la floración.

2. Prevenir plagas y enfermedades

También es importante fumigar la tierra con un buen insecticida y fungicida para evitar posibles enfermedades.

3. Sembrar los plantines de clavel

Con el terreno asi dreparado se procede a enterrar los plantines con firmeza y a una distancia de unos 40 centímetros, procurando no tronchar el tallo, ni enterrar las hojas inferiores, pues la planta podría pudrirse.

4. Suministrar riego abundante

Finalizada la operación anterior conviene dar un riego copioso a toda la plantación.

5. Proteger las semillas y brotes de la plantación de las aves

Por último y para evitar que los pájaros se coman los brotes tiernos, puede regarse el follaje con una solución de 1 gramo de Sales Epson por litro, lo que no perjudica a la planta y molesta a as aves por su sabor amargo.

6. Controlar el crecimiento

Con la llegada de la primavera hay que proceder en algunas variedades a frenar el crecimiento mediante el pinzado o corte de las ramitas principales.

Esta operación no se realizará en los claveles para arriate, ni en ninguna de las variedades obtenidas a partir de Díanthus caryophyllus.

Por regla general el pinzado en las variedades Sim, que es la más empleada para flor cortada, se da cuando la planta ha alcanzado los 20 centímetros de altura y dejando entre 3 y 5 nudos por planta.

¿En qué ponsiste el pinzado?

Esta operación no es otra cosa que eliminar algunos botones o yemas florales para que las que permanezcan en la planta se desarrollen más.

El primer año es preferible no efectuar esta labor, pero ya en el segundo año de floración puede procederse a eliminar algunos brotes laterales.

Ya a partir de! tercer año hay que eliminar todas las yemas laterales hasta no dejar más que una, generalmente la más apical.

¿Cuándo hay que entutorar?

Unos días después de realizado el pinzado puede proeederse a la realización de una malla de entutoramiento que no es sino una serie de cuerdas que atraviesan la plantación longitudinal y transversalmente, dejando cuadros de unos 20 centímetros de lado a través de los cuales sale la planta.

Las cuerdas se tiran a partir de cañas o palos colocados por fuera de la plantación y su número dependerá de la altura que alcancen las plantas.

¿Cuándo puede realizar el primer corte?

Una plantación bien pinzada suele florecer a los 100 días de la plantación. En nuestras latitudes esta época suele coincidir con el inicio del verano y dura aproximadamente un mes.

Si la estación es favorable puede obtenerse otra nueva cosecha en septiembre.

Las flores deben cortarse a medio abrir, de mañana y con el tallo largo.

3 Tipos de claveles para flores cortadas y decoración de jardines

Tres son los tipos fundamentales que se cultivan, tanto para flor cortada como para adorno de jardín. Claveles para arriates, variedades anuales y de parterre y, por último, claveles de invernadero.

Casi todas tienen unos requerimientos físicos v de mantenimiento muy similares, diferenciándose sólo en las épocas de floración y en el tamaño y color de ésta.

1. Claveles de arríate

La especie más común es Dianthus caryophyllus, de porte vigoroso y anchas hojas de color verde oscuro. Se suele plantar a finales del verano para que dé flor en julio o agosto del año siguiente.

Por regla general, a los tres años la planta comienza a ligniíicarse mucho y aunque pueda vivir varios años más es preferible obtener nuevos ejemplares por esqueje tras la floración.

Entre las variedades más importantes destacan «Whitesmith», de color blanco puro; «Golden C’ross», de precioso color amarillo claro, y «Matador», de puro escarlata vivo. Ninguna de estas variedades debe despuntarse.

2. Claveles de tipo anual

Son plantas originalmente de biotipo vivaz, que en jardinería se cultivan como si fuesen anuales. Se siembran bajo cristal a finales del invierno y a una temperatura de unos 15° C.

Cuando las plantas tienen 4 ó 5 hojitas se repican a cajoneras con compost, situándolas a unos 5 centímetros unas de otras.

Con la llegada de la primavera se las va aclimatando, poco a poco, al exterior y se plantan en el lugar definitivo a comienzos del verano. Las variedades más recomendables son las ya clásicas «Marguerite» y «Chabaud». Al igual que las anteriores variedades, éstas tampoco deben someterse a despuntamiento.

3. Claveles de invernadero

Este tipo de flores es el resultado de más de un siglo de hibridaciones y mutaciones obtenidas a partir de una variedad denominada «Wílliam Sím».

Para poder cultivar este último tipo de claveles es preciso disponer de un pequeño invernadero con las características fundamentales de poder variar la humedad, la temperatura y la ventilación, factor este último que puede regularse gracias a ventanas en el techo y los costados.

La iluminación debe ser máxima durante todo el año y la temperatura no puede bajar en ningún caso por debajo de los 16° C.

Todas estas variedades precisan de un desyemado, operación que se efectuará unos dos meses después de enmacetar y empleando la mano izquierda para sujetar el tallo, mientras que con la derecha se tira lateralmente, y con un golpe seco, de la yema y su pedúnculo.

Para evitar que los cálices se revienten al abrirse la flor es preciso abrazarlas con una banda elástica.

Si el sol es demasiado fuerte puede cubrirse el techo con una capa de blanco de España. Con estas características pueden cultivarse variedades como: «Deep Purple», de un bello tono púrpura; «Laddie Sim», de flores color salmón; «Golden Rain» amarillo canario o la popular «Fragrant Ann» de color blanco puro. De todas estas variedades es posible obtener flores durante el invierno si el invernadero está acondicionado con calefacción.

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